La Fundación Pescar Argentina es una organización sin fines de lucro que promueve y ejecuta acciones orientadas al fortalecimiento del vínculo entre educación, juventud y empleo. Para lograrlo implementa centros educativos que brindan formación personal y laboral a jóvenes de escasos recursos y oportunidades.
La unión hace la fuerza.
Desde hace dos años Volvo trabaja con Pescar y juntos crearon un centro Pescar-Volvo dentro de las instalaciones de la Terminal en Grand Bourg, Provincia de Buenos Aires. El programa tiene una duración de 8 meses (540 horas) y consiste en capacitar a 15 alumnos del último año de secundario que concurren a Volvo, de lunes a viernes a contra turno de la escuela. Allí reciben almuerzo y merienda, indumentaria y una laptop a su disposición. Dos veces por semana reciben capacitación teórica y práctica en mecánica y electrónica, dictada por quienes forman a los técnicos de la red de concesionarios de Volvo. Los otros tres días reciben capacitación sobre gestión personal y realidad laboral, proyecto de vida, comunicación, responsabilidad, integración, conciencia ciudadana y formación básica en informática aplicada.
Valère Lourme, responsable del programa en Volvo, nos cuenta que este tipo de actividades están relacionadas directamente con el espíritu de la empresa: “Para Volvo las actividades
de Responsabilidad Social Empresaria están integradas en su razón de ser y se desarrollan en torno a 3 pilares: El primero es generar una actitud responsable como empresa en el sentido amplio de la palabra, ser dignos de confianza trabajando con toda nuestra cadena de valor y nuestros empleados. El segundo es hacer progresar a nuestro entorno creando valor compartido, no solamente para nuestro negocio sino también para la sociedad, compartiendo nuestros conocimientos, haciendo un foco particular en Seguridad Vial y Capacitación. El tercero se enfoca en repensar el futuro a través del transporte, es decir desarrollar productos y servicios cada vez más eficientes, seguros y respetuosos del medio ambiente.”
Hacer la diferencia.
Formar parte de este grupo de 15 no es simple, nos cuenta María José Cesti, Lic. en Psicopedagogía que coordina el Centro Pescar-Volvo: “Volvo y Pescar relevan las escuelas públicas de la zona, realizamos la convocatoria a los chicos del último año y juntos presentamos la propuesta. Se realizan entrevistas individuales y un examen psicotécnico a todos los chicos que tienen ganas de formar parte del programa. Los chicos valoran muchísimo la oportunidad y la asumen con un alto compromiso y dedicación, tal es así que no faltan nunca. Muchos de ellos, después de venir a Volvo, regresan a la escuela porque tienen taller hasta las 10 de la noche, son un grupo de chicos increíble con un potencial enorme.”
“Es impresionante la reacción del entorno” nos comenta Valère, “algunos clientes han contratado a egresados del programa, los proveedores brindan su apoyo, creamos un programa de voluntariado entre los empleados para integrarlos aún más a la empresa, compartiendo conocimientos duros y blandos. Nos ayuda también a conocer y entender cómo piensan los trabajadores de mañana.’
Para culminar el programa y su paso por Volvo, durante los últimos 3 meses, los chicos realizan pasantías en el sector de postventa del concesionario que alberga la terminal en Grand Bourg. Con este programa, a través de los cursos de mecánica y electrónica, sumado a las herramientas de la Fundación para enfrentar una entrevista laboral, Volvo y Pescar procuran enseñarle a los chicos lo que mejor saben hacer. La Coordinadora del programa explica la importancia de complementar la educación formal: “Nosotros fomentamos la terminabilidad educativa, el 100% de los chicos del año pasado terminaron el colegio.”
Valère Lourme comenta: “Pescar realiza un seguimiento individual durante 2 años, publica puestos de trabajo, cursos, aconseja sobre carreras, etc. Los resultados son evidentes:
el 75% de los egresados consigue un trabajo formal.” “Los chicos que terminan el programa marcan la diferencia. Ellos no nacieron en un contexto con oportunidades. Su compromiso y el de empresas como Volvo crean oportunidades reales para cambiar la vida y el futuro de cada uno de ellos”, concluye María José.
El futuro se construye día a día.
Muchos de estos 15 adolescentes serán los primeros en tener un trabajo formal dentro de sus familias o los primeros en finalizar el secundario a tiempo. “Los egresados de años anteriores se han transformado en adultos independientes gracias a sus ganas de mejorar”, grafica María José. “Esta actividad está totalmente alineada con la posición global de la empresa, la capacitación técnica es claramente una acción de valor compartido para Volvo”, agrega Valère. ■